09 mayo 2006

Auxilio: mi madre es una b r u j a



¡No, mis amigos del blogueo! ¡No he claudicado aún en esto de los "posteos"! (sí, aprendí esta palabra hoy y debía colocarla en alguna parte. ¿estuve bien, no?) ¡No olvidé mi contraseña, y tampoco un hacker me robó los números de mi cuenta bancaria (si es que tuviera esa información en el ciberespacio....)! ¡Ni siquiera tengo una excusa mejor que la verdadera razón para no haber escrito antes en mi weblog-confesionario! Les voy a decir la verdad, porque no podría inventar algo más siniestro...! Ni más osado! Ni más... ¡bochornoso! Aquí voy: se me ocurrió que podía pasar un rato por lo de mi mamá... ¡Mi mamáaa! Si pudieran imaginarla, por más que lo intenten no podrían igualarla en lo más mínimo de sus artilugios de bruja. ¡Es una bruja, pero no las de los cuentos de hadas, con varitas y pócimas! A ésta, sólo le falta volar, porque hasta la escoba tiene. Es una viejita simpática, bah, así dicen los que la conocieron de casualidad, en esas reuniones familiares, o en los velorios. Pero de buena, ni el nombre. Yo la quiero, porque es la madre que me tocó, y es casi la única familia que tengo. Es chiquitita, arrugada, y todavía conserva una esbeltez envidiable por sus setenta y dos años. Papá era un buen tipo, y por suerte se murió, hace ya unos años. Mi analista insiste con que yo tengo un trauma de eléctra no resuelto con ese señor serio, callado, "lejano" y de barba blanca, porque ¡¡me dejó sola con esa bruja!! Por eso, dice él, le tengo miedo a los hombres, o cada vez que una relación parece interesante, invito al fulano a cenar en lo de mamá. Y el fulano termina por curarse del todo, y me deja. Será que en ella ve aquello en lo que iré a convertirme algún día... ¡siniestro!
Pero bien, continuemos. Estaba yo en que pasé por casa de mi madre, sola, cosa que a ella ya le sorprendió, y lo que creía sería una linda noche se convirtió (otra vez) en una malograda reunión de ogras feas, vestidas de negro, con olor a viejo. Estaba la "prima" Pola, una pariente lejana que eligió no vivenciar la dificultad para relacionarse con los demás a través de la soltería ad infinitum, por lo tanto vive de impedirle a los demás el intento de ser solo y feliz, en particular suele pulular los alrededores de los más débiles de la manada, como hacen los buitres: se da cita, una vez por semana, con mi madre, para "ponerse al día", como si no se vieran nunca. Cuestiones de la edad, supongo.
Allí, entre las dos, me descarnaron viva, me adobaron como a un pavo y me comieron casi cruda. Digo casi, porque yo sabía que, estando allí la prima Pola, era factible que se tocaran tres temas tabúes: el matrimonio, la juventud y ¡mi padre!
Del primer tema ¿qué decir? Enumeraron las desventajas del mismo, pero se encarnizaron con el ¿Y tú para cuándo piensas...?
Del segundo tema, que engarzaron con el primero de mil maravillas, poco pudieron decir: a simple vista se puede dar uno cuenta de que el tiempo pasa, y que a mí NO ME TIENE SIN CUIDADO. ¡¡Está bien, tengo 37 años y no tengo pareja!! ¡¡tampoco hijos!! ¡¡estoy condenada!!
Y del último tema ¡¡hablaré en otro momento, malditas!!
¡¡Maldito analista, me metiste en este lío del blog y ahora qué hago!! ¡¡¿¿a esto se le puede llamar una "terapia alternativa"??!!
Inspiramos, espiramos, inspiramos... uf, ya me siento mejor.
Como pueden imaginar, salí de allí gritándoles horrorosas obscenidades a las dos viejas brujas, las dejé con sus métodos para ahuyentar buenos pensamientos y causar dolor de oídos, ¡¡malditas brujas!! Prometí vengar la memoria de mi padre, incendiar sus casas, colocar veneno a sus masas como una Yiya Murano, en fin, unas cuantas barbaridades más, y me fui, en silencio, roja de ira y de contenta por haber dicho tantas cosas extravagantes, corazón pleno, y mientras volvía a casa hasta sonreí con paz en el alma, porque pude gritar sin miedo a que me creyeran una descocada loca. ¡Estaba loca de contenta! Después me arrepentí, pero esa es otra historia.
Pero lo mejor es que mi mamá me llamó, más tarde, y todo volvió a ser ¡¡lo de siempre!!
¿¿Qué pasó, doc, con ella?? ¿¿Por qué nada nunca cambiará entre nosotras?? ¡Psss! Cuestiones de la edad, supongo...

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