22 diciembre 2006

palabras pre navidad








estrambótico

supercalifragilísticoespialidoso

rimbombante

estrepitoso

espeluznante


no sé, son palabras que siempre quise poner en alguna parte.

hoy, que es uno de esos días extraños, vagabundos, que pasa sin más, pasa por pasar y uno se pregunta ¿hoy? ¿hoy qué hice, qué almorcé, qué peli vi en la televisión, quién ganó en tinelli?, y realmente no sabe qué contestar porque, sencillamente, no lo recuerda... bueno, ese es uno de esos días, decía (no quiero perder el hilo de mi propia conversación), caí en la cuenta de que es 21, comienzo del verano, menos de cuatro días para la Navidad.

por la tarde, dormí siesta, soñé con mi rompecorazones de zetas inigualables, por la noche caminé unas cuadras, me tomé un helado en lo de Luisito, sola, descubrí que también las amas de casa tienen vida en este barrio tristón, parece un barrio de solteronas, todas solas, tomando cada una su helado, mirando qué sabor se pidió la otra, "ahh, mirá vos, dulce de leche con guindas al rhun, mañana voy al nutricionista y le pregunto si puedo comer guindas...", etcétera.

el tema es que llega Navidad y mi mamá quiere que pase Nochebuena con ella y la prima Pola, que tiene ganas de invitar a sus amigas, tristes, viejas, chillonas, y armar una fiesta en el comedor de Magda. Le dije que estaba pensándolo, que tenía otra oferta.

La "otra oferta", muy a lo yanqui, es que la empresa organizó un fin de semana en una estancia a 90 kilómetros de la Capital, con brindis de Nochebuena incluido, se vuelve el día lunes por la tarde, en combis pagas, habrá sorteos, bailes, y un spa para las mujeres. Sí, trabajo en una multinacional. Más "multi" que "nacional".

Todas las chicas del piso van con sus parejas, sus niños, sus ex parejas, etcétera. Yo puedo ir con alguno de mis gatos. Mis gatos, me refiero a Beethoven, Clarita (que no cuentan, porque son pareja formal), Arturo (que está gordo como una oveja), Baudelaire (que está loco como su tocayo) y me queda Pocha, que de seguro preferirá quedarse durmiendo. De todas formas, no pensaba ir con un gato bajo el brazo, como una estúpida.

También pensé en llevarme a algún ex, como en una película, ya que estamos. Por ejemplo, al cuarentón borrachín, para que ande vomitando por ahí a cuanta soltera se le cruce. O a Juan Carlos, que antes de ser gay salió conmigo. O a alguno de mis ex que se han casado, pero entraríamos en un problema, porque deberían traer a sus flamantes esposas, sus hijos y sus amantes.

Estoy, entonces, en un dilema, que deberé resolver lo más salomónicamente posible, es decir: ¿estaré en la quinta, borracha, brindando por mi madre, o estaré aburrida en lo de mi madre pensando en la quinta? creo que lo mejor será buscar una excusa y no acudir a ninguna cita. ¿quebrarme un dedo? ¿inventar una descompostura? ¿inventar una tercera opción, irresistible?


no lo sé.


desearía quitarme esta maldita certeza de que iré despechada a brindar con esas viejas brujas, otra vez, a chismosear, gruñir y desaparecer en el cuarto de cuando era niña apenas den las doce...


felices fiestas para todos.


1 comentario:

Christian 10 dijo...

ohhh... volviste de vuelta !!!
que rico el helado de Luisito.
Feliz navidad y próspero año nuevo...
próspero... que palabra de "tia de mi mamá" (y de todas las mamases o papases)