18 mayo 2006

La última soltera del país


La escritura demanda mucho tiempo. Eso le dije a mi analista. Por eso me echó en la última sesión. Bueno, por eso y porque lloré los cuarenta y cinco minutos hablándole de un ex novio, Edgardo, que se casó el fin de semana. ¡¡Maldito!! ¡pero no es el primero de mis ex que se casa! ¡y que tiene el descaro de invitarme! ¡NO!
La lista de solteros se redujo considerablemente estos últimos tres años: quedamos Déborah (de quien hablaré más adelante), mi parienta Pola (que la incluyo para engrosar la lista, aunque no cuenta porque es una vil despechada, vieja gruñona, vean más de su persona despiadada en Mi madre es una bruja), Juan Carlos (porque es gay y no puede casarse, aún), mis gatos Arturo, Baudelaire y Pocha (porque, de alguna manera, mis otros dos gatos, Clarita y Beethoven han formado pareja "legal") , Julia (que está de novia), Sandra (que está divorciada), la señora Poo (se pronuncia PÚ, es una adorable viejita viuda de la que ya hablaré) y yo.
Y ya me han invitado a su casamiento TRES de mis ex novios: Beto (novio de barrio, ya tiene dos hijos...), Tomás (ex compañero de oficina, ex futbolista, ex persona divertida, ex "gatero") y Edgardo (ex TODO ESO y muuucho más).
La máxima fue cuando Beto me eligió "madrina" del hijo más chico. Por supuesto, dije que no era católica, para evitar el lazo definitivo entre nosotros. Desgraciado. Meter a un niño en el medio.
Y la mejor, la de este fin de semana, cuando el muy bastardo me dijo, al saludar "los novios en el atrio", "qué bueno que viniste" a viva voz, y por lo bajo "siempre serás mi gran amorrrr...." arrastrando un poquito la voz, como si estuviera drogado o borracho, o emocionado, como con agua en la garganta grrrrllllgggllll.............. qué asco. qué asco. ¡Pero es un signo! ¡un signo de que los tiempos están cambiando! ¡de que ya no somos los mismos! (¡qué blus!) ¡y de que quedan pocos solteros a la vista! Es la sensación del viejo al que se le van muriendo los amigos, cada vez quedan menos, y los va borrando de su vieja libretita... BBBUAAAAAAAAAAAAA....
Algunas de estas frases célebres se las llevé al analista el otro día, y como era un tema ya acabado (o eso creía yo), se levantó de su silla (cosa rara, porque siempre parece que durmiera, o escuchara en esa ensoñación de "analista", legado fiel de Freud) con los brazos en alto, y casi me gritó: ¡¡pp...pero oo...otra vez!! (habla así, como tartamudo, pero se le entiende bárbaro). Y yo, que no paraba de lagrimear, le contesté: ¡para eso vengo! ¡para que usted me escuche sin juzgar! ¡maldito irlandés, para eso le pago!
Y ahí se calentó mal, y me echó. "No vuelva hasta la próxima, por favor".
Se me pasó un poco el tema, pero cada vez que me acuerdo de la cara de Edgardo diciendo "Sí, Silvia, quiero, quiero quieeeeroooo...." se me aparece como un fantasma la imagen, borrosa, se me nubla el ojo izquierdo, digo barbaridades y lloro. Estoy en shock, sin analista, sin novio, sin plan futuro de matrimonio, y para ahogar mis penas me estoy por tomar una sopa light de zapallo. Qué vida, la mía. Mejor me voy a lo de la señora Poo, a tomar un licorcito de menta. Bye.

2 comentarios:

Christian 10 dijo...

Ay, Faustinita... que vida la tuya. Ojalá algún día encuentres tu media naranja (y no me refiero a que te falte un calcetín de ese color). Y no se porque, pero a Edgardo como que me lo imagino por momentos. Sin duda, si aun estás soltera, es porque nadie te mereció.
Aprovechando para invitarte a mi blog, te saludo atentamente... Tu Fantasma favorito...
PD: http://leyendasybondis.blogspot.com

Faustina Grindel dijo...

¡mi querido amigo Fantasma! ¡ya nos hablamos dos veces y como que te conozco de siempre...! gracias por la invitación ¡leí todo todo todo! seguiré leyendo, y si me permitís, recomendaré tu blog a otra gente. ¡saludos!
F.